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domingo, 26 de febrero de 2012

miércoles, 30 de marzo de 2011

Los juancaballos, una leyenda popular de Úbeda

Cuentan que en las profundas grutas de sierra Mágina se esconden unos extraños seres conocidos como los “juancaballo”. Son mitad hombre mitad corcel, malignos, crueles, y no gustan de vivir a la luz del sol. Hubo un tiempo en el que la población de Úbeda estaba tan aterrada con sus sanguinarias correrías que los inmortalizó en la fachada de El Salvador, para exorcizar, así, el miedo y suplicar protección a la divinidad.

Detalle de la fachada de la Capilla funeraria del Salvador del Mundo. La profusa imaginería es obra del escultor Esteban Jamete.

El relieve de los juancaballo está labrado en los contrafuertes de la capilla funeraria que levantó Francisco de los Cobos en Úbeda. En realidad, se trata de la representación de un episodio mitológico: Hércules luchando con el centauro. En la abrumadora fachada de este templo, una de las más ricas del Renacimiento español, convive la iconografía bíblica con el mundo clásico pagano, desarrollando un complejo lenguaje escultórico que alude al honor, a la gloria, al Salvador del mundo y, sobre todo, a la muerte...

Los pasajes del Antiguo y del Nuevo testamento conviven, en la Capilla del Salvador, con motivos paganos como éste, que dió lugar a la leyenda de los juancaballos.

Nuestro célebre escritor Antonio Muñoz Molina también se hace eco de la popular leyenda de los juancaballo en su novela El jinete polaco, premio Planeta en 1991: “…En la Sierra vivían unas criaturas mitad hombre y mitad caballo que eran feroces y misántropos y que en los inviernos de mucha nieve bajaban al valle del Guadalquivir exasperadas por el hambre y no sólo pisaban con sus cascos equinos las coliflores y las lechugas de las huertas, sino que llegaban al extremo de comer carne humana. La prueba de que los juancaballos existían, aparte del relato de algunos hombres aterrados que sobrevivieron a su ataque, estaba, labrada en piedra, en la fachada de la iglesia del Salvador, donde es verdad que hay un friso de centauros, de modo que si los habían esculpido en un lugar tan sagrado, junto a las estatuas de los santos y bajo el relieve de la Transfiguración del Señor, argumentaba sonriendo mi abuelo, muy hereje hacía falta ser para no creer en ellos…”

Fachada de la Capilla del Salvador de Úbeda, en una postal de principios del siglo XX.


Inquietantes leyendas como esta, cuentos e historias que tienen mucho de real y de paranormal, te esperan en Úbeda, en la ruta temática Úbeda sobrenatural y esotérica ¡no te la pierdas!


Más información:
Día, sábado 2 de abril.
Hora y lugar, en la sede de ArtificiS (junto a la Capilla del Salvador) a las 20.00h
Precio: 12 euros por persona (1 euro de descuento cono el Bono U+B y con la Visita Diaria a Ubeda)
Nº de participantes: 30 personas máximo (recomendamos reservar llamando al 953 75 81 50) .

martes, 15 de marzo de 2011

Un caso de emparedamiento en Úbeda

Aunque parezca mentira, el emparedamiento es una actividad muy frecuente en toda Europa durante el siglo XVI, que afecta sobre todo al género femenino. Y también, aunque parezca mentira, la mayoría de estos crueles encierros son voluntarios. Las mujeres sepultan sus cuerpos para liberar sus almas. Se sienten, así, más cerca de la divinidad. Sin embargo, otros emparedamientos nada tienen que ver con el consentimiento y la mística, sino con la fuerza y la represión más brutal. Muchas mujeres, en el medievo, eran sometidas a esta cruel práctica como castigo por manchar la honra familiar, por casos de adulterio, infidelidades, celos, o cualquier otro espurio motivo.

Casa de las Torres, en una postal coloreada de principios del siglo XX

La casona palaciega de las Torres, en la ciudad de Úbeda, es protagonista de un caso de emparedamiento ocurrido en esta época. A principios del siglo XX, un albañil que realizaba obras de reparación en el inmueble, descubrió detrás de una gruesa pared un amasijo de huesos, hábitos religiosos y rosarios. Los despojos fueron adjudicados a Ana (o Antonia) de Orozco, una joven recién casada que desapareció de la noche a la mañana en aquel enrome y frío palacio a mediados del siglo XVI. La familia acusó entonces al marido de la chica: Andrés Dávalos de la Cueva, nada menos que caballero de la orden de Santiago, regidor y comendador de la ciudad. Era un tétrico personaje, demasiado poderoso, que no dudó en cerrar la boca a sus suegros con doblones de oro. La leyenda retrata al marido Andrés Dávalos como un hombre ya entrado en años, celoso y sin escrúpulos, que al sentirse traicionado por su joven y hermosa mujer, no dudó en emparedarla viva, para lo que cuidó de vestirla con hábitos de monja.

Patio de la Casa de las Torres a principios del siglo XX. La mayoría de los arcos están cegados, y en el suelo hay esparcidos capachos de esparto para prensar la aceituna.

Tan jugoso episodio de la historia de Úbeda no escapa a la maravillosa pluma de Antonio Muñoz Molina, que vivió su infancia justo enfrente de la Casa de las Torres. En El jinete polaco (Premio Planeta y Premio Nacional de Literatura) relata su propia versión novelada de los hechos. Según nuestro escritor fue un gato el que entró en el edificio e hizo saltar una bomba de la guerra civil que ocasionó el derrumbe de un muro, tras el que apareció una momia vestida de época: “Guapísima, como una artista de cine, y rápidamente corrigió, como una estampa de la Virgen, vestida de dama antigua, morena, con tirabuzones, con un vestido de terciopelo negro, con un rosario entre las manos, una santa martirizada en secreto, emparedada en el sótano más hondo de la casa de las Torres, tras un muro de ladrillo que la explosión de una granada derribó por azar”.

Detalle de una gárgola de la fachada de la Casa de las Torres. Estas grotescas esculturas eran símbolo de irracionalidad, de vicio frente a la virtud. Autor: Antonio José Muro Sánchez

Pero, una leyenda que se precie debe buscar un final acorde, en el que no queden impunes los horrendos hechos cometidos. Así, los huesos de Ana de Orozco fueron enterrados en el cementerio de San Ginés de la ciudad, y desde entonces, la noche de Todos los Santos, se escuchan en su tumba los patéticos lamentos del marido, rogando perdon durante la eternidad...

Si te ha gustado, no te pierdas la ruta sobrenatural y esotérica de este sábado 19 de marzo.


lunes, 21 de febrero de 2011

La Úbeda de Muñoz Molina

Antigua plaza del General Saro en los años 60, hoy conocida como plaza de Andalucía y totalmente remodelada. En Mágina, la ciudad inventada por Muñoz Molina, esta es la plaza del General Orduña.

La ciudad de Úbeda es el universo literario del escritor Antonio Muñoz Molina, formado por constelaciones de vivencias, recuerdos, personajes, emociones y sueños que reinventan la realidad. Muñoz Molina la llama Mágina, porque, en esta última se permite la licencia de acomodarla a su gusto. “Úbeda está en los mapas y Mágina en la literatura. Mágina la cambio yo como quiero, le pongo estación, se la quito, como es gratis…”, dice nuestro escritor en una entrevista realizada por Mª Lourdes Cobo Navajas. Úbeda, o Mágina, brota de la pluma de Muñoz Molina igual que la sangre lo hace del corazón. Se le escapa, incluso, cuando escribe artículos de opinión, donde, mezclada con los datos de la más rabiosa actualidad, introduce “de rondón” el nombre de alguna calle o personaje de Mágina, como un guiño fatal hacia sí mismo y que sólo comprenden sus más fieles seguidores.

Casa de las Torres, en la plaza de San Lorenzo. Muñoz Molina novela el hecho de la mujer emparedada que apareció tras unas obras de rehabilitación en el inmueble.

En novelas como Beltenebros, Beatus Ille y, sobre todo, El jinete polaco, Úbeda (convertida en Mágina) está presente de forma abrumadora. Antonio Muñoz Molina nombra lugares reales de la ciudad, con nombres reales que cobran una nueva dimensión. “Me acuerdo del invierno y del frío, del azul absoluto en las mañanas de diciembre y el sol helado en la cal de las paredes y en las piedras amarillas de la Casa de las Torres, me acuerdo del vértigo de asomarme a los miradores de la muralla y ver delante de mis ojos toda la hondura de los precipicios y la extensión ilimitada del mundo, las terrazas de las huertas, las lomas de los olivares, el brillo quebrado y distante del río, el azul oscuro de las estribaciones de la sierra, el perfil de estatua derribada del monte Aznaitín”.

Paisaje que se divisa desde el mirador de San Lorenzo, el horizonte de los sueños de evasión del escritor. Autor: El Mundo

En estas obras también hay mucho de autobiográfico. A través de Manuel, el protagonista de El jinete polaco, sabemos como nació Muñoz Molina: “Soy incapaz de imaginarlo vencido por una pasión (…) acariciando a mi madre y diciéndole una palabra de ternura en aquella habitación donde se mudaron al casarse y dónde yo nací, el cuarto de la viga, tan cerca del cuartel que medían las horas según los toques de corneta”. El malogrado personaje de Jacinto Solana, en Beatus Ille, nos cuenta, también, las buenas dotes de estudiante del escritor ,y las necesidades de su familia en los duros años de la posguerra: “después de vender las últimas hortalizas y cerrar su puesto en el mercado, iba a ponerse el cuello duro y el traje y los botines de los entierros para informar al director de que yo, Jacinto Solana, no iba a volver a la escuela porque ya era un hombre y el me necesitaba para trabajar en su tierra hasta el fin de mi vida”.


Iglesia de San Lorenzo, aunque ya sin la yedra que cubría su esbelta espadaña.

En el barrio de San Lorenzo vivió sus primeros años Antonio Muñoz Molina, haciendo acopio de las experiencias y emociones más intensas de su vida. Este lugar es una fuente de inspiración, un refugio balsámico al que siempre vuelve nuestro autor en sus novelas, cargado de recuerdos y evocaciones de Mágina ¿o son de Úbeda?: “enfilo la acera del Rastro camino de la Cava y del barrio de San Lorenzo (…). Las barberías, las tabernas con su olor a vino fermentado y sus letreros en forma de televisor, los coches aparcados entre las acacias (…), los hondos solares de palacios derribados donde se levantan armazones de pilares de hormigón y vigas metálicas, el semáforo recién instalado en el cruce del Rastro con la calle Ancha.", escribe en El jinete polaco.

Échale un vistazo al vídeo Entre Úbeda y Mágina, si quieres recrearte un poco y entrar en calor. Y, si lo que deseas es visitar Mágina a fondo, la Úbeda literaria de Muñoz Molina, entonces apúntate a la ruta literaria El jinete polaco.


miércoles, 10 de noviembre de 2010

I(magina) la Úbeda de Muñoz Molina

¿Te gusta la literatura? En Úbeda tenemos a uno de los grandes: Antonio Muñoz Molina. Para nuestro paisano, esta ciudad es su fuente inagotable de inspiración. Está presente en casi todas las novelas y libros que ha escrito. Muñoz Molina la llama en la ficción “Mágina”, igual que la omnipresente sierra azul que enmarca el paisaje de olivares de Úbeda.

¿Te haces un lío? ¿Mágina? ¿Úbeda? Mira esta joyita de vídeo (emitido por la 2 de Canal Sur en el programa “Verano en la Internacional”):


Si aún no te ha quedado claro no debes perderte la Ruta literaria sobre El Jinete Polaco que haremos este sábado 13 de noviembre. Leeremos fragmentos de la novela, visitaremos los lugares que en ella se describen y te contaremos historias y anécdotas. La visita es para un grupo de 30 personas como máximo, dura aproximadamente 2 h., y sólo cuesta 12 euros. Podéis reservar llamando al teléfono: 953 75 81 50.

martes, 2 de noviembre de 2010

12 razones más para visitar Úbeda

Si has llegado hasta este blog seguro que ya sabes que Úbeda, junto con Baeza, son Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Has oído hablar de sus iglesias y palacios, de su casco histórico, que nosotros podemos enseñarte todos los días, haga frío o calor. Te gusta la historia y quieres “vivir” el Renacimiento. Te gusta pasear tranquilo y observar con detenimiento, quizás hacerlo con tus hijos en un ambiente sosegado mientras les ayudas a “repasar” las materias escolares. Sí, no te has equivocado, Úbeda junto con Baeza (a menos de 10’ en coche por la autovía que las une) y Jaén, capital de la provincia, son un buen destino para ti. Nosotros te ofrecemos un Bono Turístico para que disfrutes de él, siempre acompañado, así no perderás detalle.

Sin embargo, hoy queremos darte 12 razones (más) para visitar Úbeda. Estas son:

Úbeda no es sólo Renacimiento, nuestro Museo Arqueológico te ayudará a entender por qué. Es una ciudad que no deja de sorprender. El último descubrimiento:una posible ¡sinagoga judía! Con baño ritual, única de estas características en España.






¿Te gusta leer? ¿Has leído las novelas Beatus Ille, El Jinete Polaco, El dueño del secreto, Beltenebros o El viento de la Luna? Todas están escritas por Antonio Muñoz Molina, nacido aquí, y ambientadas en una ciudad imaginaria que él llama “Mágina”, casi una copia de su Úbeda natal. Bueno, no del todo, Mágina tiene estación de tren, Úbeda desgraciadamente no. Nosotros te podemos ayudar a desentrañar la ficción de la realidad.





Lo tuyo es la naturaleza, los paseos suaves junto a un río o entre bosques, acunado por el canto de los pájaros... Úbeda también es tu destino, desde aquí podrás realizar excursiones al Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, el más extenso de Andalucía y de España. O si lo prefieres a otro más cercano aún, el de Sierra Mágina, con sus pueblos pintorescos.





Te gusta el cine, y más el de “capa y espada”. En Úbeda y Baeza podrás elegir el decorado para vivir “tu” película. O “revivir” otras como la de El Capitán Alatriste y otros muchos Films de “época” que se rodaron aquí.







Tienes alma de poeta, lees poesía y los poemas de los místicos, como San Juan de la Cruz, son tus favoritos. Aquí murió, tráete una antología de sus poemas, visita el convento donde vivió sus últimos días y, después, léelos de nuevo en el Huerto del Carmen, frente a un inmenso paisaje de brumas y olivares.





Naciste en una gran ciudad pero tus padres no. Ellos quizás te han hablado de los “cacharros” de barro de su infancia: los cántaros para ir a por agua a la fuente, los pucheros, el botijo,…en Úbeda se hacen desde ¡época andalusí! Y hay numerosos alfares abiertos, museos para recuperar la memoria de lo cotidiano, que puedes visitar. Si vienes con tus hijos, pídele a un alfarero que los dejen “mancharse” las manos con el barro para hacer un “cacharrito”, seguro que es capaz.




¿Quién no ha oído hablar del “flaco de Úbeda”, Joaquín Sabina? (bueno, aquí para los maduritos sigue siendo “el hijo del comisario”). Sabina nació en Úbeda. Sus canciones te han acompañado desde la adolescencia, quizás algún día soñaste con que “te dieran las diez” en un “pueblo con mar”. En fin, Úbeda no tiene mar, pero sí una animada vida nocturna donde puedes probar, con suerte, “a que te encuentre la luna”.





Te gusta comer bien, sentado en un restaurante o acodado en la barra de un bar “de tapas”. En Úbeda podrás hacer las dos cosas. La oferta gastronómica es amplía y para todos los bolsillos, pero siempre cocinada con aceite de oliva virgen extra. Recuerda que estamos en Jaén, la principal productora mundial de este “zumo natural” ¿Sabes como se extrae el aceite de las aceitunas? ¿Conoces la “cultura del olivo”? ¿Quieres comprar aceite de oliva virgen extra directamente a los productores? Úbeda es tu destino.





Te gusta la música antigua, la clásica o la “música de cine”. En Úbeda se desarrollan importantes festivales y conciertos con un plus añadido: los auditorios son escenarios “originales”: palacios, iglesias, plazas recoletas,…






Has oído hablar de las “procesiones” de Semana Santa de Andalucia. La de Úbeda esta declarada Fiesta de interés turístico nacional. Si vienes podrás vivirla de cerca, no sólo “verla” en la calle: visitar las iglesias, ver como se organizan, como ensayan los costaleros,…







Úbeda es una ciudad “grande”, con un gran centro comercial “abierto” donde podrás encontrar de todo y realizar tus comprar a precios más que competitivos.





No necesitas ninguna de estas razones, ya tienes las tuyas propias: tu compañero de trabajo o tu novia es de Úbeda y estás harto de que te hable de su pueblo; eres un poco despistado y siempre te dicen que estás por los cerros de Úbeda; tu suegra es ubetense y cuando te invita a comer te da vergüenza rebañar el plato; un primo tuyo pasó por Úbeda por casualidad y se quedó tres días en ella “alucinando”, etc., etc. ¿Cuál es tu razón para conocer Úbeda? ¿Por qué no la compartes con nosotros? Cualquiera de ellas es buena para que no demores más tu visita ¡Y recuerda, en Úbeda nos encontrarás!

sábado, 12 de diciembre de 2009

ANTONIO MUÑOZ MOLINA EN ÚBEDA


































Hace poco presentamos nuestra nueva propuesta cultural centrada en la obra de Muñoz Molina, se trata de una ruta literaria "El Jinete Polaco" que viaja por Mágina a través de la mirada de Antonio Muñoz Molina. El día 9 de diciembre, aprovechando la presencia en Úbeda de nuestro reconocido escritor para presentar su nuevo trabajo "La noche de los tiempos", tuvimos la suerte de poder charlar con él unos minutos para presentarle la idea y la respuesta de Antonio fue muy cariñosa, apoyando la iniciativa y dedicándonos unas palabras, firmando uno de los carteles de la actividad. El quiso llevar otro cartel de recuerdo.
Nos sentimos muy alagados por el detalle que nos anima a seguir trabajando por la cultura en nuestra ciudad.
Gracias Antonio.